El Día de la Tierra es una celebración anual que se lleva a cabo cada 22 de abril, en la que se busca concienciar a las personas sobre los problemas ambientales que enfrenta nuestro planeta y la importancia de tomar medidas para protegerlo. Este año, desde el punto de vista de la vida en la tierra, es fundamental destacar el papel que los océanos tienen en el mantenimiento del equilibrio ecológico y el bienestar humano.
Los océanos son una parte esencial de la vida en la Tierra, y su importancia no puede ser subestimada. Es necesario tomar medidas urgentes para proteger los océanos y garantizar que sigan desempeñando su papel crítico en la regulación del clima, la alimentación y el bienestar humano. En este Día de la Tierra, recordemos la importancia de los océanos y trabajemos juntos para protegerlos para las generaciones futuras.
La vida en la Tierra, como la conocemos, tiene su origen en los océanos. Los primeros organismos unicelulares aparecieron en el océano hace más de 3.500 millones de años, y a partir de ellos se desarrolló una amplia variedad de formas de vida. Los océanos son el hogar de una cantidad innumerable de especies animales y vegetales. La pesca y la acuicultura constituyen una fuente importante de alimentos para la población del mundo. De acuerdo con la FAO, en todo el mundo se consumen más de 100 millones de toneladas de pescado al año, que proporcionan a 2.500 millones de personas al menos el 20% de su ingesta promedio de proteína animal.
Pero los océanos no solo son importantes por su papel en la evolución de la vida en la Tierra y como fuente de alimento para la humanidad. También desempeñan un papel crítico en la regulación del clima global. Los océanos absorben el 25% del dióxido de carbono (CO2) que se produce por la actividad humana, lo que ayuda a reducir la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera y a mitigar el cambio climático.
Además, los océanos son responsables de regular la temperatura global a través del intercambio de calor con la atmósfera. El movimiento de las corrientes oceánicas redistribuye el calor en todo el mundo, lo que ayuda a mantener un clima estable. Sin los océanos, el clima global sería mucho más extremo e impredecible.
Los océanos también son una fuente importante de empleo y bienestar humano. La pesca y la acuicultura proporcionan trabajo y sustento a millones de personas en todo el mundo, y el turismo costero genera miles de millones de dólares en ingresos cada año. Las playas y los mares son destinos turísticos populares que brindan una variedad de actividades recreativas y de ocio.
Es importante recordar que cuando hablamos de la Tierra, en realidad estamos hablando de un planeta que está compuesto en gran parte por agua. De hecho, aproximadamente el 71% de la superficie de la Tierra está cubierta por océanos, lo que significa que el agua representa una parte mucho más grande de nuestro planeta que la tierra.
En Profand somos conscientes de la necesidad de operar de forma responsable para asegurar la sostenibilidad de los recursos, el respeto a los derechos humanos en las actividades pesqueras y acuícolas, la transparencia, la trazabilidad y la buena gobernanza en nuestras cadenas de suministro.
Buscamos contribuir con el mantenimiento de la salud oceánica y de los recursos marinos como bien común de la sociedad, maximizando el valor sostenible de los activos en todas las fases de la cadena de valor.
Para garantizar las prácticas de abastecimiento responsable de productos del mar, en Profand estamos poniendo en marcha una serie de acciones que tienen su base conforme a los siguientes principios
I. El rechazo absoluto a las acciones de pesca Ilegal, no declarada, no reglamentada
II. La protección del medio ambiente marino, la conservación de sus recursos y el mantenimiento de la biodiversidad marina mediante la adopción del principio ecosistémico en las decisiones de abastecimiento.
III. La ordenación y explotación racional de los recursos pesqueros, aplicando sobre ellos el conocimiento científico, datos confiables y el principio de precaución para la toma de decisiones de abastecimiento.
IV. La preferencia por proveedores que evidencien acciones orientadas a realizar una actividad extractiva o de cultivo responsables, evitando la sobreexplotación, sobrepesca y los impactos negativos en los ecosistemas.
V. El fomento, apoyo y participación, en el desarrollo de Proyectos de Mejora Pesquera (FIP por sus siglas en inglés) u otras iniciativas de mejora en pesquerías estratégicas para que alcancen la sostenibilidad.
Por lo tanto, cuando celebramos el Día de la Tierra, es importante recordar que estamos celebrando un planeta que está en gran parte cubierto por agua. Al tomar medidas para proteger los océanos y garantizar su biodiversidad, estamos trabajando para proteger no solo la vida marina, sino también la vida en la Tierra en su conjunto y al ser humano.