Durante Durante el mes de diciembre nuestros compañeros de las oficinas centrales en Vigo en un gesto de solidaridad dedicaron un poco de su tiempo a ayudar en el comedor de las Misioneras del Silencio.
El comedor, gestionado por la comunidad religiosa, sirve de esperanza para aquellos que se enfrentan a dificultades económicas y sociales, proporcionando comidas nutritivas y un espacio seguro para comer y socializar. Sin embargo, para mantener este proyecto, se necesita una colaboración constante y apoyo.
A lo largo de 3 semanas los voluntarios se unieron a la tarea de repartir platos calientes a los comensales que completaron el comedor. Más allá de simplemente servir comida, con su presencia demostraron empatía y compromiso social.
A mayores, en las oficinas centrales también se hizo una recogida de alimentos a favor del comedor Misioneras del Silencio donando productos no perecederos, entre otros, pasta, arroz, latas, productos navideños, galletas etc. Con esta iniciativa se ayudó a garantizar más platos de comida.
A través de acciones concretas y significativas como estas se crea un impacto positivo en la comunidad local, reforzando la idea de que juntos podemos construir un mundo más justo y mejor para todos.